¿Cómo se trata un dolor orofacial?

¿Cómo se trata un dolor orofacial?

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Son muchas las tensiones que acumula el hombre cada día, el factor estresante se halla en casi todos los contextos de la vida; la consecuencia, es el dolor físico corporal más, el que tiene que ver con la necesidad de comunicarnos… el dolor orofacial.

Son muchas las perspectivas que nos conducen al análisis de este tipo de causas; desde el punto de vistas socio-emocional, la humanidad suele callar, reservar y no comunicar.
Por otra parte, desde el punto de vista médico, existen trastornos periodontales asociados, desviación de la mordida y otros de orden mandibular que irradian en dolencias periódicas en la región orofacial, es decir, cara y boca.

La solución cada día está más accesible a todos, con fisioterapia atm y algunas técnicas de neuroestimulación electro-craneal, usted puede estar seguro que mejorará su día a día y disminuirá efectos fututos.

Le invitamos a conocer en tan solo tres (03) gestiones cómo tratar el dolor orofacial. Bienvenidos (as)

 ¿Cómo se trata un dolor orofacial?

Elimina el dolor orofacial en tres gestiones médicas sencillas

1. Fisioterapia

Ante un dolor de esta naturaleza, lo primero que habrá de hacer es identificar la causa del dolor, seguramente, al irradiar de modo significativo e incesante en el área mandibular y lateral bucal, la visita al fisiatra podrá resultar de valiosa utilidad.

En primer lugar, porque la estimulación por medio de los tratamientos de gimnasia pasiva, suelen generar un despertar profundo de cada músculo y, en segundo lugar, porque le dará las técnicas manuales o masoterapia indicada para casa.
Si desea más información: https://www.dolororofacial.com/ podrá orientar con diagnósticos de acuerdos a sus síntomas particulares, no dude en visitar a un especialista.

De tal manera que, con la detección temprana de la causa por medio de este profesional, usted podrá disminuir y atacar la causa inicial.

Si su dolencia proviene de la parte interna bucal, con mordidas involuntarias por la disparidad de ubicación de sus incisivos superiores, podría estar orientado hacia un trastorno de tipo odontológico o periodontal; para ello, el profesional en odontología evaluará posible extracción de piezas dentales o la indicación de protectores bucales que contribuirán a disminuir la tensión del área bucal durante las noches (bruxismo)

Cuando el dolor es agudo, la inflamación suele ser considerable, de modo que, en estos casos, se indicará antibiótico por el daño interior y disminuir la inflamación.

 

3. Médico especialista Orofacial

 

Si se trata de un paciente cuya condición médica, le llevó a ser administrado vía gastrofágica, es decir, entérica (para recibir tratamientos y alimentación por sonda), lo ideal será que post retiro, pueda presentar dolencia agudas e incluso inmovilidad de la cavidad bucal.

Para casos como estos de alteraciones de tipo mecánica, se deberá tratar con neuro estimuladores, ya que las zona trigémina se bloquea, imposibilitando la debida succión, masticación, habla, deglución e incluso respiración.

Generalmente, con dispositivos intraorales como férulas de descarga, cirugía o infiltraciones mejorará considerablemente.

 

¿Qué otros factores pueden generar un dolor orofacial?

Algunos registros estadísticos señalan que el 6% de la población mundial, padece de este tipo de dolencia en edad adulta, las causas muchas veces se hallan en la infancia, con los hábitos poco saludables que de manera inconsciente son identificados ni corregidos de forma temprana.
Veamos algunos de ellos:

• La succión digital: Equivale a decir, la succión del dedo en edades tempranas. Culturalmente a veces es aceptado como hábito repetitivo “hereditario” situación que empeora con los años generando tales consecuencias.
Excesivo el uso del chupón: También conocido como chupete, además de ser un elemento promotor de gases abdominales para los niños, genera una profunda tensión permanente (imperceptible)
• Onicofagia: Uno de los hábitos comunes y pocos corregidos en la infancia por sus adultos significativos, es morderse las uñas. No solo por la cantidad gérmenes que ingiere a la boca, sino que, el movimiento recurrente genera un tensor mandibular que altera las respuestas neuronales inmediatas.

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