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Muchos expertos en adicciones coinciden el algo: una persona adicta lo seguirá siendo de por vida, a pesar de que pueda desintoxicarse.
Es fundamental comprender que, si bien la rehabilitación es un paso importante hacia la recuperación, existen desafíos y precauciones que deben tenerse en cuenta para mantener una vida libre de adicciones.
A continuación, exploraremos a fondo estos riesgos y proporcionaremos información valiosa para aquellos que buscan superar la adicción al cannabis y mantenerse en un camino saludable.
Riesgos emocionales y psicológicos
Después de la rehabilitación, es común que los adictos al cannabis enfrenten riesgos emocionales y psicológicos. La dependencia del cannabis puede tener un impacto significativo en el equilibrio mental de una persona, y el proceso de rehabilitación no garantiza que estos problemas desaparezcan por completo. Algunos de los riesgos más comunes son:
Depresión y ansiedad
La depresión y la ansiedad son desafíos frecuentes para aquellos que han dejado el consumo de cannabis. La falta de la sustancia puede afectar el equilibrio químico del cerebro y causar desajustes emocionales. Es importante buscar apoyo profesional y terapias adecuadas para abordar estos problemas y evitar una recaída.
Insomnio y trastornos del sueño
El cannabis a menudo se utiliza como una forma de relajación y ayuda para conciliar el sueño. Después de la rehabilitación, muchas personas experimentan dificultades para dormir y pueden sufrir de insomnio. Establecer una rutina de sueño saludable y adoptar técnicas de relajación puede ser beneficioso para superar estos problemas.
Cambios de humor y irritabilidad
La abstinencia del cannabis puede llevar a cambios de humor significativos y un aumento de la irritabilidad. Es importante tener en cuenta estos cambios y buscar estrategias saludables para lidiar con ellos, como la práctica de ejercicios de relajación, la meditación y el apoyo de profesionales de la salud mental.
Riesgos físicos y de salud
Además de los riesgos emocionales y psicológicos, existen preocupaciones físicas y de salud que un adicto al cannabis debe tener en cuenta después de la rehabilitación. Estos riesgos pueden variar según la duración y la intensidad del consumo de cannabis, así como la salud general de la persona. Algunos de los principales riesgos físicos incluyen:
Problemas respiratorios
El consumo de cannabis a través del humo puede tener un impacto negativo en el sistema respiratorio. Después de la rehabilitación, es esencial cuidar la salud pulmonar y evitar la exposición al humo del cannabis. Mantener un estilo de vida activo, practicar ejercicio regularmente y evitar ambientes contaminados puede ayudar a mejorar la función pulmonar.
Desequilibrios nutricionales
El consumo de cannabis a largo plazo puede afectar el apetito y los hábitos alimenticios de una persona. Después de la rehabilitación, es importante prestar atención a una alimentación equilibrada y saludable para evitar deficiencias nutricionales. Consultar a un dietista o nutricionista puede ser de gran ayuda para establecer una dieta adecuada y asegurar una correcta ingesta de nutrientes.
Recaída y tolerancia reducida
La recaída es un riesgo constante para las personas que han superado una adicción al cannabis. Es fundamental estar alerta y buscar apoyo en momentos de tentación o situaciones desafiantes. Además, es importante tener en cuenta que la tolerancia al cannabis se reduce después de la rehabilitación, lo que significa que una pequeña cantidad puede tener un efecto más pronunciado en el cuerpo. Evitar situaciones y entornos relacionados con el consumo de cannabis puede ayudar a prevenir una recaída.
Precauciones a tomar para mantener la sobriedad
Mantener la sobriedad después de la rehabilitación requiere la adopción de precauciones adecuadas. Aquí hay algunas recomendaciones clave para evitar recaídas y mantener un estilo de vida saludable:
Buscar apoyo y terapia continua
La ayuda profesional y las terapias de apoyo son fundamentales para mantenerse en el camino de la sobriedad. Continuar con la terapia para dejar el cannabis, tanto individual como grupal, puede aportar un espacio seguro para abordar los desafíos emocionales y recibir orientación adicional.
Establecer una red de apoyo
Contar con el apoyo de familiares, amigos y seres queridos es invaluable durante el proceso de recuperación. Compartir las experiencias y los desafíos con personas de confianza puede proporcionar un sistema de apoyo sólido y fortalecer la determinación de mantenerse sobrio.
Adoptar hábitos saludables
Establecer una rutina diaria saludable puede marcar una gran diferencia en el mantenimiento de la sobriedad. Esto incluye la práctica regular de ejercicio físico, una alimentación equilibrada, la incorporación de técnicas de relajación y la participación en actividades que brinden satisfacción y bienestar.
Evitar desencadenantes
Identificar y evitar los desencadenantes relacionados con el consumo de cannabis es fundamental. Esto puede implicar evitar ciertos entornos, amistades o actividades que estén asociadas con el consumo de la sustancia. La prevención de la exposición a estos desencadenantes puede ayudar a evitar recaídas.