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¿Madera, vinilo o suelo cerámico imitación madera? ¿Cuáles son los mejores tipos de suelo para poner en tu salón?
Ya sea que estés mudándote, o realizando una reforma, el suelo es uno de los aspectos fundamentales. Tiene un impacto significativo en la apariencia, la comodidad y funcionalidad.
El suelo es la superficie más grande y visible de los salones. Es tan importante como la fachada o las paredes.
Si eliges un buen tipo de suelo, crearás un ambiente cálido, acogedor, elegante, moderno o rústico.
En esta publicación veremos cuáles son los tipos de suelos más comunes para salones. Si todavía no te decides, y quieres una mano, esta información te será de muchísima ayuda.
Tipos de suelos para salones
Hay varios tipos de suelos para salones. Algunos más estéticos, otros más versátiles y cómodos.
¿Cuál es el mejor? No hay una respuesta correcta. Sin embargo, puedes leer las características de cada uno y tomar una decisión según tus preferencias y presupuesto.
Madera
Los suelos de madera son los más populares para los salones. Ofrecen una apariencia natural y cálida. Son duraderos, fáciles de limpiar y estéticamente atractivos.
Hay diferentes tipos de maderas que puedas usar para los suelos de tu salón, como:
- Roble
- Nogal
- Bambú
- Maciza
- Parquet
Todos son excelentes. Por ejemplo, la maciza es duradera y renovable. El parquet, en cambio, es más económico, y como está compuesto por piezas pequeñas, puede moldearse para crear patrones geométricos. Genial, ¿cierto?
El único problema es que requiere un poco más de mantenimiento que otros materiales para evitar daños de humedad o rayones. De resto, más que recomendado.
Laminado
Si quieres una opción asequible y versátil, mira los suelos laminados. Están compuestos por varias capas de materiales comprimidos, lo que los hace resistentes a los arañazos, golpes y pisadas.
Una de las cualidades de estos suelos es que imitan la apariencia de otros materiales, como la madera y la piedra. Esto les añade un valor estético interesante.
Son fáciles de instalar gracias al sistema de clic. Ideal si estás planeando colocar los suelos tú mismo. ¡Hola, aficionados del bricolaje!
Vinilo
¡Los suelos de vinilo son muy populares! Destacan por su durabilidad, bajo costo y resistencia al agua. Están disponibles en una amplia variedad de diseños. Desde imitaciones de madera y piedra, hasta patrones creativos para jugar con la estética del salón. También son fáciles de instalar y limpiar.
Existen dos tipos de vinilos para suelos: las baldosas de vinilo y los rollos de vinilo. Las baldosas ofrecen una apariencia más auténtica, mientras que los rollos son más económicos y manipulables.
Algo que nos encanta de las superficies de vinilo es que son cómodos, silenciosos y suaves al tacto. Brindan una sensación agradable bajo la piel.
Recordemos que las sensaciones son importantes a la hora de escoger un suelo, y este sea posiblemente, junto a la cerámica, de los más confortables.
Azulejos y cerámica
Los suelos de azulejo son comunes en los salones. Les gusta a las personas por su facilidad de limpieza, resistencia al agua y durabilidad. Además, vienen en una amplia gama de diseños, como los azulejos monocromáticos.
Construyen una apariencia unificada en el salón. Se sienten más ordenados y equilibrados. Si eres aficionado de la simetría, es para ti.
La cerámica, en cambio, es un material que nunca decepciona. Viene en una amplia gama de patrones, como el suelo cerámico imitación madera, que son adecuados para áreas con mucho tráfico.
Se sienten bien bajo la pisada, resisten los golpes y la humedad y dura a través del tiempo. Inversión segura, resultados garantizados.
Alfombra
Finalmente, queremos hablar de las alfombras que, aunque no lo creas, también funcionan de maravilla en los salones.
Por supuesto, no son tan comunes como otras de las superficies mencionadas, pero no las subestimes. Ofrecen calidez y comodidad.
Pueden diseñarse en diversos materiales, como lana, nailon y poliéster. Vienen en una gran variedad de colores y textura. De todos los tipos de suelo para poner en tu salón, es el más versátil. Y económico, a quién queremos engañar.