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Antes de entrar en el debate sobre si un líder se nace o se hace, es importante profundizar en los tipos de liderazgo y de alguna manera encontrar nuestras fortalezas para convertirnos en uno en determinadas situaciones personales o profesionales. Para ello, en este post te presentaremos cada uno y sus características principales.
¿Qué es ser un líder?
El liderazgo ha acumulado muchos datos empíricos a lo largo del tiempo. Sin embargo, no se ha logrado alcanzar un consenso entre todos los autores que lo han investigado. Sin embargo, muchos coinciden en que se trata de una persona que dirige a un grupo, desde un equipo hasta la población de un territorio, y que tiene la capacidad de influenciar, estimular e incentivar a los integrantes para dar lo mejor de cada uno, con el propósito de alcanzar objetivos comunes.
Esta persona cuenta con un conjunto de habilidades y herramientas. Con ellas dirige y exige al grupo desde un lugar de igualdad, de acompañamiento y de colaboración. De hecho, es una capacidad muy deseada en el mundo corporativo, político y administrativo, dado que la conducción de empresas y organizaciones de trabajo es un área sometida a mucha exigencia y en continua adaptación a los entornos tecnológicos, sociales y culturales de la época.
Para establecer diferencias y entender un poco más de qué va, a diferencia del líder, un jefe es considerado una persona con autoridad y poder. El jefe dirige y da órdenes al grupo desde un lugar de superioridad respecto a los demás integrantes. Mientras que la figura de un líder, en cambio, tiene un sentido positivo, porque guía a las personas de un grupo en base a valores y herramientas para que cada individuo se desarrolle y dé lo mejor de sí para concretar los objetivos que tiene el equipo en común.
Cada líder es único y tiene cualidades que lo diferencian de otros. Sin embargo, existen características comunes entre las personas que cumplen el rol de liderazgo.
Tipos de liderazgo democrático o participativo
En el liderazgo democrático, quien tenga ese rol tiende a involucrar a los subordinados en la toma de decisiones. Además, es él quien los alienta a que participen a la hora de decidir acerca de los procedimientos, objetivos, metas de trabajo, etc. Lo que da como resultado que el equipo se sienta empoderado, a pesar de que el líder es, en definitiva, quien tiene la última palabra.
Funciona perfectamente en equipos con integrantes experimentados, en los que los miembros pueden contribuir con aportes fructíferos. El impacto es menor en los equipos con gente que no tiene tanta experiencia ni conocimiento sobre los temas. Pese a que existe cierto consenso a la hora de afirmar que este tipo de liderazgo tiene muchas ventajas, algunos investigadores piensan que también tiene sus desventajas. Por ejemplo, muchas veces no se pueden superar los desacuerdos entre dos o más partes del grupo o el camino se hace más lento a la hora de alcanzar una meta, en comparación con otros estilos de liderazgo.
Tipos de liderazgo autocrático o autoritario
En el tipo autocrático los líderes tienen un poder absoluto sobre los trabajadores u otros subordinados. Las personas que forman parte del staff tienen la oportunidad de ofrecer sus sugerencias, incluyendo si estas son para el bien del equipo o de la empresa. Muchas personas se sienten mal al ser tratadas de esta forma. El liderazgo autocrático presenta diferentes niveles de ausentismo y rotación de los trabajadores. Para muchos trabajos sin calificación, el estilo autocrático puede ser efectivo, porque las ventajas del control superan las desventajas. Se asocia a declaraciones como las siguientes:
- Priorizo mi propio aprendizaje por encima de los del equipo.
- Cuando hay discrepancias dentro de la empresa, mi visión, por lo general, es la correcta.
- Si opina demasiada gente, no se puede trabajar bien.
- Ignoro a quienes tienen ideas diferentes a las mías en algún proyecto del que estoy a cargo.
Este líder se caracteriza por concentrar el poder en sí mismo, reduciendo la intervención de los subordinados y adoptando decisiones de manera unilateral. Asimismo, exige obediencia por parte de sus subalternos y utiliza recompensas y castigos para ejercer su autoridad sobre ellos.
Tipos de liderazgo laissez-faire
El estilo laissez-faire es de tipo más liberal, y su principal objetivo es crear un equipo que pueda trabajar de manera independiente sin que el líder tenga que intervenir constantemente. Es decir, presupone una gran libertad y capacidad para decidir de los equipos de trabajo. De hecho, hay quienes lo definen como el modelo opuesto al líder tradicional, que toma todas las decisiones en una empresa y se ostenta como el único capaz de dirigir las acciones de cada miembro. Podemos caracterizar este estilo de liderazgo de la siguiente manera:
- Enfoque de «no intervención»: en una empresa consiste en dar a sus empleados todas las herramientas necesarias para resolver los problemas por sí mismos. Les permiten decidir sus objetivos para mejorar sus habilidades para resolver problemas y ser capaces de tomar decisiones correctas. Sin embargo, muchos líderes están disponibles para el equipo para proporcionar comentarios y críticas constructivas.
- Formación y Apoyo: los líderes te este tipo se preocupan por la experiencia y las calificaciones educativas de sus empleados. Para garantizar esto, proporcionan un adecuado apoyo, capacitación y oportunidades de desarrollo a sus trabajadores para que alcancen su máximo potencial.
- Confianza en los empleados: los líderes deben sentir confianza en las habilidades y el conocimiento de sus trabajadores, tienen un enfoque relajado, pero esto no significa falta de cuidado.
- Los empleados toman decisiones: los empleados no toman decisiones solos; colaboran. Los líderes ayudan a los trabajadores a unirse y consultarse entre sí sobre proyectos y objetivos. En su lugar, actúan como consultores o mentores en momentos de necesidad.
- Aceptar errores: en un entorno donde se maneje este tipo de liderazgo, es aceptable que los empleados cometan errores en el proceso de innovación. El énfasis no está en hacer todo correctamente, sino en aprender y desarrollarse.
Tipos de liderazgo: burocrático
El liderazgo burocrático es el modo más formal de liderar a un grupo de personas. En pocas palabras, el líder dirige a los miembros del equipo hacia la consecución de tareas a partir de una serie de normas y reglamentos estrictos, precisos y muy concretos. Por lo general, esta modalidad crea un ambiente laboral rígido. Pero para promocionar, pueden hacerlo gracias a la antigüedad, la capacidad de la persona y sus conocimientos técnicos.
Al identificarlo notarás que no es empático, no promueve la motivación de los miembros de su equipo y tampoco se preocupa por el desarrollo personal de cada uno de ellos. Solo se limita a asegurarse de que todo lo que se haga sea preciso, necesario y cumpliendo las normas establecidas. De hecho, ante cualquier situación imprevista o cosas no contempladas, tendrá una solución establecida previamente. Otras características importantes son:
- Se limitan a seguir las normas preestablecidas y piden a sus subordinados que hagan lo mismo.
- Se basa en el respeto a la autoridad y las reglas.
- El líder se considera como la persona más capacitada, por eso ejerce ese puesto.
- Cada persona tiene un papel muy bien definido.
- Valora el orden y la eficiencia.
- Existe una gran precisión, uniformidad y continuidad en los procesos, por lo que la calidad es elevada.
- Predomina en instituciones de gobierno y la empresa privada.
Es recomendable aplicar esta clase de liderazgo cuando los empleados deben mantener una rutina y ciertas normas de seguridad o en las compañías en las que existen situaciones de riesgo.
Tipos de liderazgo: carismático
Este es un tipo de liderazgo que empatiza genuinamente con las personas. Por lo que resulta muy adaptable a distintos entornos; familiar, laboral o social, haciéndolo uno de los más potentes entre los de su tipo. También es aquel que “enamora” a los demás con su personalidad, es decir, que en lugar de imponer su voluntad, seduce a quienes le rodean y los motiva a adoptar su punto de vista. Se trata de un modo de conducción también dependiente en buena medida del líder, aunque con mucha mayor capacidad de motivación de quienes le rodean.
Para comprenderlo de mejor forma, te contamos algunas de sus características:
- Tiene la capacidad de llegar a cambiar los valores, creencias y actitudes de sus seguidores.
- Posee una gran capacidad de convicción.
- Motiva y ayuda a asumir riesgos.
- Utiliza medios innovadores y no convencionales para cumplir con las tareas.
- Promueve la admiración y tiene una gran visión de futuro.
- Desarrolla persuasión de quien lo ejerce y crea un círculo de confianza.
- No se conforma y desarrolla positivismo realista.
- Hace de quien lo ejerce, un individuo capaz de sacrificarse y dar el todo por la empresa.
- Transmite seguridad.
Un gran ejemplo del liderazgo carismático se da en la familia cuando uno de los miembros se vuelve inspirador para otros de forma positiva. Por ejemplo, esa madre (o padre) carismática que no necesita manipular para que sus hijos adquieran hábitos, sino que inspira a través del ejemplo.
Tipos de liderazgo: transaccional
Los líderes transaccionales dicen directamente al equipo de trabajo qué hacer y lo motivan a través de beneficios, recompensas o castigos. Este enfoque de gestión orientado a resultados funciona bien con empleados motivados y elimina a aquellos que no están comprometidos con el objetivo común. suele ser utilizado por la gerencia media y alta en una empresa de tamaño mediano o grande. En la mayoría de los casos, la empresa está bien establecida y no busca cambios dentro de la organización. La organización también tiene métodos y operaciones fijos que requieren poca libertad de acción o creatividad para realizar el trabajo.
Puede ser muy útil para un equipo de trabajo cuando las acciones son a corto plazo, pero también deben ayudarlos a elaborar objetivos a largo plazo. La clave está en pensar no solo como líder, sino como entrenador del grupo. Dependiendo del tipo de equipo y de lo que motive a los diferentes integrantes, el liderazgo transaccional puede aumentar la motivación con las recompensas por el cumplimiento de objetivos. Un ejemplo, es que este tipo se usa con más frecuencia en equipos de ventas y en forma de comisiones.
En cambio, en campos creativos como la publicidad o el marketing, este tipo de liderazgo no siempre funciona. Los profesionales creativos necesitan flexibilidad para proponer ideas, eslóganes o presentaciones para su producto. El liderazgo transaccional sigue una rúbrica estricta, por lo que a menudo está en desacuerdo con los creativos y puede reducir la moral en lugar de motivar a las personas.
El liderazgo transaccional bien implementado puede significar diversos beneficios para las empresas, tales como:
• Mejora de los resultados
• Beneficia la motivación
• Incrementa la eficacia de la gestión
Tipos de liderazgo transformacional
El líder transformacional es aquel que motiva e inspira a los miembros permanentemente, son entusiastas y así lo transmiten. Buscan nuevas iniciativas y aportan valor. Hoy en día este tipo de liderazgo es considerado uno de los más importante y aplicado dentro de las empresas o compañías.
Se emplea para generar grandes cambios en el comportamiento y la actitud de los trabajadores. Como dato particular, se enfoca de manera individual en cada uno de los trabajadores considerando sus habilidades y aptitudes y también sus debilidades para promover el desarrollo y crecimiento en el ámbito tanto personal como laboral. Otra de las características es que ayuda a desarrollar la creatividad del personal, permite que participen con sus opiniones, ideas y, en algunos casos, aportar soluciones a problemas y contratiempos. Cuando existen errores o riesgos, los líderes transformacionales saben cómo manejarlos sin que afecte al funcionamiento de la empresa o a la estabilidad laboral de algún trabajador. Están preparados para afrontarlos y aprender de las malas experiencias.
La curiosidad y las ganas de aprender son básicas para cualquier líder transformacional, ya que es precisamente esto lo que le permitirá seguir innovando y transformando los mecanismos de trabajo. Por eso, los planes de formación son claves, tanto para la figura líder, como para los demás trabajadores/as. Se trata de generar un ambiente de trabajo colaborativo, en el que se compartan los conocimientos adquiridos con todos los miembros del equipo.
¿Cómo es ser un líder natural?
El líder natural es aquel que no ha sido reconocido de manera oficial o formal, es el líder que ha sido elegido por el grupo. Es una persona cuya personalidad tiene características específicas como ser carismática, motivadora, activa, creativa e inspirar confianza y seguridad. Al mismo tiempo, sabe cómo apreciar los talentos y habilidades de las personas a su alrededor. Todos somos diferentes pero estos son los principales rasgos que definen las habilidades naturales de liderazgo exitoso:
Rasgos de personalidad y características de un líder natural:
- Extrovertido: Ser hablador y simpático te hace más fácil de seguir. Ayuda a las personas a relacionarse contigo en un nivel más personal.
- Tolerancia: Todos en el mundo tienen sus propias opiniones y algunas de ellas pueden ser sobre ti. La mayoría de los líderes naturales pueden dejar que las palabras y opiniones negativas salgan de ellos sin problemas.
- Confiado: un líder sin confianza no puede inspirar confianza en quienes lo siguen
- Alta inteligencia emocional (empatía): Ser capaz de comprender cómo se sienten los demás y empatizar con ellos ayuda a alguien a convertirse en un líder más confiable y apreciado.
- Trabajo duro y de personalidad enérgica.
- Mente abierta: están dispuestas a aceptar ideas diferentes.
- La observación atenta.
Cuanto más puedas ver el liderazgo como parte de lo que eres, y no como algo que “haces”, más personas te verán como una persona a la que prestar atención. Un líder natural no se trata solo de hacer las cosas, o marcar las tareas de su lista de tareas pendientes, o sentirse como el jefe. Se trata de construir conexiones con los miembros de su equipo y las personas que lo rodean de una manera que permita la acción.
Diferencias: líder o jefe
Si hay término que no pueden confundirse en se ejecución son el jefe y líder. La mayoría de nosotros los usamos indistintamente, de forma incorrecta. Cuando hablamos de líderes, generalmente nos referimos a jefes, y cuando hablamos de jefes, generalmente los consideramos líderes. Sin embargo, aunque la misma persona puede cumplir ambos roles, no siempre es así.
Un buen jefe no necesita ser un gran líder, y algunos líderes no tienen el rol de «jefe». Sin embargo, para construir una gran empresa y un equipo exitoso, necesitas contar con ambos roles. El líder no solo busca que las cosas estén hechas, también se encarga de fortalecer y motivar a su equipo. Los verdaderos líderes toman la iniciativa para que las cosas salgan mejor, en vez de centrarse únicamente en señalar lo que está mal.
Por su parte, el objetivo primordial de un jefe es que las cosas estén hechas. Suelen tener la percepción de que cuanto más esté hecho más se avanza, pero luego gastan energías señalando todo lo que ha salido mal, sin pararse a pensar qué falla en el proceso. Eso es problema de los demás. Los líderes inspiran y motivan a las personas, independientemente del puesto que ocupan en el organigrama. En todas las empresas puedes encontrar buenos líderes que no son jefes, pero especialmente en empresas con estructuras organizativas descentralizadas.
Una de las cuestiones que más diferencia a un líder de un jefe es la manera en la que influye en los demás. Un jefe puede convertirse en líder si está dispuesto a cambiar su enfoque de mandar y controlar por inspirar y motivar a su equipo. Esto implica desarrollar habilidades de liderazgo, como la comunicación efectiva, la escucha activa, la empatía y la capacidad de delegar responsabilidades y empoderar a los empleados.
¿Cómo puede un líder inspirar y motivar a su equipo?
Un líder puede inspirar y motivar a su equipo de varias maneras para lograr mejores resultados. En primer lugar, un líder debe establecer una visión clara y comunicarla de manera efectiva a su equipo. La visión debe ser ambiciosa, pero realista y alcanzable, y debe estar vinculada a los objetivos estratégicos de la empresa. Debe explicar cómo la visión se relaciona con el trabajo diario del equipo y cómo el trabajo del equipo contribuye a la realización de la visión.
Además, los líderes efectivos suelen promover la comunicación y colaboración entre los miembros del equipo y generar un espacio en el que todos se sientan a gusto, escuchados y respetados, lo que aumenta la motivación del personal con la organización. Otra táctica de liderazgo efectivo es la de delegar responsabilidad, decisiones y tareas a otros miembros del grupo para crear un sentido de autonomía superior.
Otra forma es reconocer y premiar los logros y el buen desempeño. Pueden utilizar tanto recompensas tangibles como intangibles, como la retroalimentación positiva y la oportunidad de asumir desafíos más grandes.
Los líderes son extraordinarios comunicadores que influyen de forma positiva en los demás y orientan al resto del equipo hacia una mejora continua. Humildad, empatía y cercanía son tres características del contacto diario de los líderes con sus compañeros para inspirarlos y motivarlos.
Tipos de liderazgo que debes conocer
Un líder es responsable de mantener motivado a un equipo, pero ayudar a las personas a mantenerse optimistas y entusiastas en la búsqueda de una meta puede ser difícil. Para inspirar verdaderamente a otros, no es suficiente simplemente motivar: también debe ser capaz de empatizar y conectarse. De hecho, las únicas personas que creen que ser líder es fácil son las personas que nunca han aprendido la estrategia correcta para desarrollar sus cualidades de liderazgo.
Probablemente no hace falta decir que la comunicación es clave para el éxito, pero debe ser recíproca, con un diálogo que fluya en ambos sentidos. Un líder no puede simplemente emitir directivas y esperar que la gente obedezca; los miembros del equipo deben sentir que pueden expresarse y que cualquier inquietud será escuchada y abordada. Si los miembros del personal se sienten perdidos y en la oscuridad, nunca se alcanzarán los objetivos compartidos. Como líder, debes iluminar el camino hacia el éxito.
Sin embargo, liderarse a uno mismo es el desafío más difícil que tendremos en la vida porque es un trabajo arduo y de todos los días del año. No hay feriados ni descanso. Todos los días nos enfrentamos a manejar nuestras propias emociones, mantener la actitud correcta, ser optimistas y actuar con integridad. ¿Crees que eres un líder o puedes llegar a serlo?